Restaurante BLANC (Hotel Mandarin)
LA COCINA DE ESTE RESTAURANTE CAMBIÓ EN NOVIEMBRE DE 2014. Dejamos esta ficha activa para que queda constancia de su devenir.
CONSULTAR: Restaurante LE BISTREAU (hotel Mandarin)
Comedor central del Blanc
Datos
Passeig de Gràcia, 38
Barcelona 08007
Tf. 93 151 87 83
Aparcamiento: aparcacoches del Hotel
Horarios: de 13,00 a 16,00 // de 20,00 a 23,30. Desayunos de 7,00 a 11,00
Día de cierre: ninguno
Vacaciones: siempre abierto
Precios: a mediodía, plato del día con copa de vino, 18 euros. Carta a partir 30 euros.
Tipo cocina: mediterránea y de producto, algún toque oriental y asador
Algunos platos: en 2013 es Llorenç Valls quien dirige los fogones del Mandarin. Un chef que trabaja el producto de primera línea con dignidad y exquisita manipulación honestidad. Entre sus propuestas, además de una carne de ternera que llega del norte de Europa y que se deshace por tierna, Salmorejo, un exquisito Timbal de verduras ahumadas, Pescado al horno, Pulpo guisado, Carrillera con vieira, Helado de yogurt con cítricos y una espectacular tarta cubierta con una lámina de oro. La carta de vinos llega impresa en una botella.
Llorenç Valls, jefe de cocina del Mandarin
Boqueron
Salmorejo en copa
Timbal de verduras ahumadas
Sepia
Pulpo con verduras y setas
Pescado al horno con verduras
Carrillera con vieira
Frutos rojos con helado de yogurt
Postre con oro
Preparación de un plato
Decoración: la firma Patricia Urquiola, con piezas de mobiliario diseñadas para un espacio que es amplio y de fácil circulación. Están el espacio central, y dos salas laterales que se convierten en comedores privados. Resultan muy agradables las mesas en las que se combinan sofá y sillones para comer de una manera más relajada, si no por tiempo sí por las formas. Hay una mesada central con dos inmensos jarrones de cerámica blancos que son ya signo de identidad del espacio. Al fondo del espacio, rectangular, hay una ventana acristalada con vistas a la cocina. Lo más curioso de este espacio es que la sensación de bienestar mejora a medida que te acomodas en un lugar que al principio parece demasiado grande para sentirte acogido.
Los lavabos son amplios y cómodos.
Iluminación: se ubica por debajo del nivel de la calle, en la planta sótano, y recibe luz natural de unas aberturas que dan a la terraza superior. Aún así, de día, si el sol es ténue, la iluminación es un poco plana y resalta escasamente los volúmenes. De noche mejora.
Uno de los inmensos jarrones blancos de sobremesa
Ambiente: elegante, tranquilo… ¿Trabajas por el centro de Barcelona? ¿Has sucumbido a la rutina? ¿Comes un menú sin alegría en cualquier bar de la zona acompañado por algún colega del despacho mientras criticáis al jefe? Hay alternativas, divertidas y nada caras. Los mediodías pueden ser interesantes, incluso convertirse en un planazo, sólo depende de ti y de tu imaginación.
El Paseo de Gracia está repleto de hoteles de lujo. No parecen la opción lógica para comer un día normal y corriente, uno en el que no haya nada que celebrar, porque tienen pinta de caros y de demasiado puestos. Pero no es así. El restaurante Blanc del Mandarín ofrece el plato del día con su copa de vino por 18 euros. El comedor es agradable y acogedor y, lo mejor: en sus mesas se sientan famosos y famosetes que pueden dar mucho de qué hablar para que el comensal se olvide de sus diarias y cansinas críticas al jefe.
La rrpp del lugar, Dolly Fontana, con Marisa de Borbón
A tener en cuenta: Cualquier hora del día es buena para hacer una parada en esta zona del Hotel Mandarin. ¿A la hora del desayuno? Perfecto, hay de todo, lo habitual de un hotel internacional de 5 estrellas. Y a la hora del té también resulta agradable. O a la del afterwork español, a partir de las 19,30, para tomar una copa aunque quizás en ese momento es más adecuado el Banker´s, el bar de la planta baja.
Las anécdotas: Si te dejas caer por el Mandarín puedes saborear el cochinillo mientras observas, por ejemplo, a la elegante y simpática Rania de Jordania, que se deja fotografiar por turistas y locales siempre con una sonrisa perfecta en la boca. A Rania no le gusta el tomate, así que en cocina, cuando estaba Jean Luc Figueras, echaron mano de la imaginación para servirle un gazpacho que mantuvo su color rojizo tradicional gracias a unos hermosos fresones. Jaime de Marichalar, el ex de la infanta Elena, ya no pertenece a la Casa Real, pero conserva maneras de la realeza, por eso no tuvo reparos en exigir unos quesos un mediodía en el restaurante Blanc, pues, acostumbrado como estuvo a la mesa repleta, se quedó con hambre, aunque había dado buena cuenta de un menú completo, incluido el famoso cochinillo de la carta.
Si eres aficionado al fútbol, el restaurante de este céntrico hotel puede ser un destino natural. Leo Messi y Cristiano Ronaldo son clientes habituales. Barça o Madrid, los colores dan igual cuando se trata de sentarse a la mesa. Ya lo sabes: el Mandarín para salir de la rutina y el carro de postres del restaurante si, además, quieres que la sonrisa te dure toda la tarde.
(por Leonor Mayor)
Razones para ir:
-El ambiente, elegante y sorprendente porque, de pronto, puedes tener a Angelina Jolie junto a ti
-La carta, deliciosa y amplia
-Servicio impecable
-Dolly Fontana, rrpp del hotel. Impagable como mujer y como profesional
-Fantástico lugar para reunirse
Comedor central del Blanc
Datos
Passeig de Gràcia, 38
Barcelona 08007
Tf. 93 151 87 83
Aparcamiento: aparcacoches del Hotel
Horarios: de 13,00 a 16,00 // de 20,00 a 23,30. Desayunos de 7,00 a 11,00
Día de cierre: ninguno
Vacaciones: siempre abierto
Precios: a mediodía, plato del día con copa de vino, 18 euros. Carta a partir 30 euros.
Tipo cocina: mediterránea y de producto, algún toque oriental y asador
Algunos platos: la Ensalada de rúcula envuelta en Jamón ibérico, la Lassagna de verduras es buenísima, los Arroces son tiro a diana, en especial el de pollo. El Cochinillo, cocinado en horno de leña a baja temperatura, es exquisito, se deshace lentamente en la boca y desaparece mucho antes de lo que el paladar tiene previsto. ¡Para recordar! Filetes de Rosada con Vieira, un plato con sabor a mar. La carta de vinos llega impresa en una botella.
Preparación de un plato
Decoración: la firma Patricia Urquiola, con piezas de mobiliario diseñadas para un espacio que es amplio y de fácil circulación. Están el espacio central, y dos salas laterales que se convierten en comedores privados. Resultan muy agradables las mesas en las que se combinan sofá y sillones para comer de una manera más relajada, si no por tiempo sí por las formas. Hay una mesada central con dos inmensos jarrones de cerámica blancos que son ya signo de identidad del espacio. Al fondo del espacio, rectangular, hay una ventana acristalada con vistas a la cocina. Lo más curioso de este espacio es que la sensación de bienestar mejora a medida que te acomodas en un lugar que al principio parece demasiado grande para sentirte acogido.
Los lavabos son amplios y cómodos.
Iluminación: se ubica por debajo del nivel de la calle, en la planta sótano, y recibe luz natural de unas aberturas que dan a la terraza superior. Aún así, de día la iluminación es un poco plana y resalta escasamente los volúmenes. De noche mejora.
Uno de los inmensos jarrones blancos de sobremesa
Ambiente: elegante, tranquilo… ¿Trabajas por el centro de Barcelona? ¿Has sucumbido a la rutina? ¿Comes un menú sin alegría en cualquier bar de la zona acompañado por algún colega del despacho mientras criticáis al jefe? Hay alternativas, divertidas y nada caras. Los mediodías pueden ser interesantes, incluso convertirse en un planazo, sólo depende de ti y de tu imaginación.
El paseo de Gracia está repleto de hoteles de lujo. No parecen la opción lógica para comer un día normal y corriente, uno en el que no haya nada que celebrar, porque tienen pinta de caros y de demasiado puestos. Pero no es así. El restaurante Blanc del Mandarín ofrece el plato del día con su copa de vino por sólo 18 euros. El comedor es agradable y acogedor y, lo mejor: en sus mesas se sientan famosos y famosetes que pueden dar mucho de qué hablar para que el comensal se olvide de sus diarias y cansinas críticas al jefe.
La rrpp del lugar, Dolly Fontana, con Marisa de Borbón
A tener en cuenta: Cualquier hora del día es buena para hacer una parada en esta zona del Hotel Mandarin. ¿A la hora del desayuno? Perfecto, hay de todo, lo habitual de un hotel internacional de 5 estrellas. Y a la hora del té también resulta agradable. O a la del afterwork español, a partir de las 19,30, para tomar una copa aunque quizás en ese momento es más adecuado el Banker´s, el bar de la planta baja.
Las anécdotas: Si te dejas caer por el Mandarín puedes saborear el cochinillo mientras observas, por ejemplo, a la elegante y simpática Rania de Jordania, que se deja fotografiar por turistas y locales siempre con una sonrisa perfecta en la boca. A Rania no le gusta el tomate, así que en cocina, cuando estaba Jean Luc Figueras, echaron mano de la imaginación para servirle un gazpacho que mantuvo su color rojizo tradicional gracias a unos hermosos fresones. Jaime de Marichalar, el ex de la infanta Elena, ya no pertenece a la Casa Real, pero conserva maneras de la realeza, por eso no tuvo reparos en exigir unos quesos un mediodía en el restaurante Blanc, pues, acostumbrado como estuvo a la mesa repleta, se quedó con hambre, aunque había dado buena cuenta de un menú completo, incluido el famoso cochinillo de la carta.
Si eres aficionado al fútbol, el restaurante de este céntrico hotel puede ser un destino natural. Leo Messi y Cristiano Ronaldo son clientes habituales. Barça o Madrid, los colores dan igual cuando se trata de sentarse a la mesa. Ya lo sabes: el Mandarín para salir de la rutina y el carro de postres del restaurante si, además, quieres que la sonrisa te dure toda la tarde.
(por Leonor Mayor)
Razones para ir:
-El ambiente, elegante y sorprendente porque, de pronto, puedes tener a Angelina Jolie junto a ti
-La carta, deliciosa y amplia
-Servicio impecable
-Dolly Fontana, rrpp del hotel. Impagable como mujer y como profesional
-Fantástico lugar para reunirse
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