Restaurante OCAÑA





Ocaña en la Plaça Reial de Barcelona
Datos
Plaça Reial, 13
Barcelona 08002
Tf. 93 676 48 14
http://www.ocana.cat/es/placa-reial/
Aparcamiento: difícil, recomendamos desplazarse en servicio público
Horarios: de 12,00 de la mañana a 3,00 de la madrugada. Domingo, brunch de 13,00 a 16,00
Día de cierre: ninguno
Vacaciones: siempre abierto
Precios: a partir de 20 euros un plato con cerveza
Tipo cocina: mediterránea con algún toque internacional. El brunch del domingo está asesorado por Paula Casanovas y Flip Planas, y su propuesta de carta es suculenta y dinámica.
Algunos platos: el Biquini de rabo de buey, la Coca rellena de escalibada, las Ostras, los Huevos benedictine, las ensaladas (recomendamos pedir aliño adicional), las Verduras al vapor, Gnochis de remolacha, Pato confitado con brócoli y patatas…




Coca de escalibada con queso fundido




Huevos benedictine con verduras, un clásico




Biquini de rabo de buey, más rico que estético y muy recomendable




Pescadito frito con huevos revueltos
Decoración: del todo ecléctica, con piezas buscadas por diferentes ciudades del mundo. El local, impresionante, tiene peso por sí mismo, y una buena parte del suelo de la sala principal, de roble antiquísimo, pudo recuperarse. Hay, además de la terraza bajo el porche de la Plaça Reial, 4 zonas interiores diferenciadas cada una con su decoración: café, de una estética deliciosamente decadente, romántica, acogedora y envolvente. El bar entre paredes de piedra antigua, el restaurante en blancos, ambiente frío y sonorización ausente, y la Apotheke (la discoteca), de aires árabes tangerianos, es decir, cercanos a un occidente de estética dudosa.




Expositor de productos




El café central y restaurante para el brunch de ls domingos
Iluminación: cada espacio la suya, muy buena la del café, la sala principal, pero exageradamente blanca y plana, nada apetecible, en la de la zona de restaurante.




Imponentes lámparas en un techo espectacular
Ambiente: Ocaña es el lugar perfecto para relacionarse, y se puede ir hasta solo. El brunch de los domingos a mediodía es el rato en que el ambiente es más barcelonés, ya que el resto de días es el turismo el que ocupa el lugar. Nos gusta Ocaña por diversas razones, y justamente una de ellas es porque el ambiente de domingo es de recorrido: comienza en la Plaça Catalunya, hay que descender por la Rambla, entrar en la Plaça Reial y anotar todo lo que se ha sentido hasta ese punto. Es decir, que al Ocaña se entra ya con un cúmulo de sensaciones en la mochila.
A tener en cuenta: Joaquima Laguna, una farmacéutica con la sensibilidad que muchos quisieran tener, es la propietaria de Ocaña. La cocina está asesorada por Paula Casanovas, que era propietaria de Les Petxines de Lloret de Mar (1 estrella Michelin) y Flip Planas, que fue quien montó en el barrio de Gràcia de Barcelona el primer bistronómico, el Ot. La mayoría de platos están bien interpretados por el equipo de cocina. Son algo parcos en lo que se refiere a los aliños, pero en las cocciones en general se apuntan un tanto.
La carta de cocktails es un diseño de Mario Greenfield, propietario en Berlín de Rocco&Sanny entre otros locales.




Los reflejos de una dama
Las anécdotas: el local ha tomado prestado el nombre a uno de los personajes más populares de la zona, Ocaña, un pintor travestido muy famoso en la ciudad. De noche, en la Plaça Reial puede suceder cualquier anécdota, desde el tipo que se tira de cabeza a la fuente hasta una jamm sessión callejera improvisada, vendedores ambulantes… Es una zona a la que hay que llevar al amigo extranjero, al que nunca ha pisado Barcelona. Porque aunque quien pulula por el barrio es una muestra de lo que debió ser la Torre de Babel, la vieja ciudad está ahí, su atmósfera está impresa en los porches de esta plaza, y el Ocaña ocupa parte de los locales que fueron la primera imprenta en la ciudad.




La noche en la Plaça Reial de Barcelona
Razones para ir:
el ambiente las anécdotas que pueden suceder en la Plaça Reial en cualquier momento
los platos de la carta que hemos mencionado
los domingos a mediodía en invierno, un lugar perfecto para brunch entre amigos
Nota: el barrio es de los menos seguros de la ciudad en cuanto a robos. Hay que ser prudentes
Comentarios recientes