TERRAZA MARTÍNEZ, marzo 2016






Exterior Terraza Martínez en Marzo 2016
Marzo 2016. Con los primeros rayos de sol suspiramos todos por sentarnos a comer en una terraza, algo complicado, sin embargo, en Barcelona. De pronto se nos ocurre una excepcional: porque hay vistas al mar y a la Barceloneta, porque el arroz es muy digno y porque se aparca sin dificultad (se aparca pagando ticket al ayuntamiento aunque se trata de un descampado, cosas de Barcelona). Sabíamos que ni el chef ejecutivo ni el responsable de arroces eran los mismos que hace un año, pero el riesgo valía la pena por lo excepcional del lugar.
Todo en orden solo que se nos olvidó un detalle: pedir mesa con vistas. Salvable porque las que no la tienen son estupendas también.
Ahí va nuestro testimonio en una comida de 5 personas:
-Servicio, muy correcto y amable
-Ensaladilla rusa: insulsa
-Patatas bravas: muy ricas
-Arroz de verduras (para 2): fantástico para quien le guste un fondo de cocido con el que hay que convivir durante horas. Fuerte, que no salado, es poco.
-Arroz de espardenyas (para 2): la misma valoración anterior con el añadido de que las espardenyas apenas estaban marcadas al fuego. Diría que ni lo estaban.
-4 gambas de Palamón a la plancha. Preciosas, buen tamaño, sin sabor.
-1 turbó con verduritas
-2 cervezas, 1 refresco, 1 botella de agua, 2 cafés, 1 cortado, 2 tés.
Precio correcto y previsible, 42 euros por persona, si en algún momento logran mejorar esta opinión (coincidente entre los 5 comensales). En ese momento nos pareció carísimo. Considerando que el propietario, José María Parrado, es un profesional de la cocina y amante del buen producto, apostamos por la remontada.
Texto: Anna R. Alós. Fotos: Albert Ventosa (iphone).
Arroz de verduras




Arroz con espardenyes




Gambas de Palamós




Patatas bravas




En la entrada del Martínez, estilismo impecable




Vistas desde la terraza
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